sábado, 19 de mayo de 2012

DE RATONES Y HOMBRES




"Unas millas al sur de Soledad, el río Salinas se ahonda junto al margen de la ladera y fluye profundo y verde. Es tibia el agua, porque se ha deslizado chispeante sobre la arena amarilla y al calor del sol antes de llegar a la angosta laguna. A un lado del río, la dorada falda de la ladera se curva hacia arriba trepando hasta las montañas Gabilán, fuertes y rocosas, pero del lado del valle los árboles bordean la orilla: sauces frescos y verdes cada primavera [...]


No os dejéis engañar por este comienzo bucólico y primaveral.  Es el comienzo  de De ratones y hombres, novela publicada en 1937, del novelista y dramaturgo norteamericano y Premio Nobel de Literatura  John Steinbeck. Lo que se cuenta después golpea hasta la raíz. Conmociona. Aunque todo haya pasado tan lejos de aquí: la California de  la Gran Depresión, la de los oscuros años treinta.  Conmociona la novela, y ni te cuento el montaje de Miguel del Arco que todavía está en el Teatro Español de Madrid. Lennie Small (paradójico nombre...) y George Milton se dirigen a una granja en la que van a trabajar como braceros. Vienen del norte del país. Son años duros (bueno, para algunos, siempre lo son...) Lennie es un grandullón con una fuerza descomunal que disfruta apreciando la suavidad en el pelaje de animalillos como ratones o conejos, o  en el terciopelo de la falda de una mujer. Un ser inocente e indefenso a pesar de su fuerza hercúlea. George  habla por él, y lo justifica alegando que de pequeño fue coceado por un caballo y por eso "no parece muy listo" (impresionante  y conmovedor Roberto Álamo prestando su cuerpo y su voz al personaje). Él y George, "el listo", (rendida a los pies de Fernando Cayo para siempre jamás)  viajan  juntos porque este prometió  hacerse cargo del chico a la muerte de su tía. Al patrón de la granja y a los peones les llama la atención que los dos hombres viajen juntos: ¿quién se hace cargo de alguien así? Aunque George se lamenta a veces de su falta de libertad, le cuida y le protege como si fuera su hermano. 


En  la granja esperan los peones (Slim, Carlson, Whit...), el viejo Candy, el negro Crooks, (impresionante Emilio Buale) el patrón, su hijo Curley, y la esposa de éste (la joven y prometedora Irene Escolar). Todos víctimas de una tremenda soledad y de un profundo desarraigo. Todos con un sueño al que acarician como hace Lennie con sus ratoncillos. Cada uno recurre a lo que puede para seguir teniendo un motivo para encarar el día: Lennie y George sueñan con tener su propia granja, al que se ha unido el viejo Candy, que aporta dinero e ilusión ("Si llega un circo, pordríamos ir a verlo o hay un partido de pelota [...] Y podríamos tener una vaca y gallinas [...] y la cocina...y la lluvia en el techo...y nosotros allí sentados."); Crooks se refugia en los libros, ya que ni siquiera se le permite ir al barracón de peones ("Los libros no sirven. Un hombre necesita a alguien, alguien que esté cerca. Uno se vuelve loco si no tiene a nadie"), la mujer de  Curley no hace más que pasearse por barracón de los peones, mostrando su belleza  y sus piernas bonitas, con la esperanza de encontrar alguien que la escuche ("¿Qué tengo yo?-gritó-. ¿No tengo derecho a hablar con nadie? ¿Qué os creéis que soy, pues?").


Steinbeck es también el autor de otras magníficas novelas como Las uvas de la ira, (1939),  también ambientada en los campos californianos  a los que llegaban  los granjeros arruinados de Oklahoma en busca de trabajo y futuro para sus familias; Al este del Edén, o La perla, novela que junto con De ratones y hombres pueden ser una buena propuesta de lectura en secundaria (gracias, Amparo, por recomendármela)
Imposible marcharse sin hacer referencia a magníficas películas realizadas a partir de las novelas del californiano: Las uvas de la ira, de John Ford;  Al este del Edén, de Elia Kazan o De ratones y hombres, de Gary Sinise.



6 comentarios:

  1. Ensayé hace unos años la lectura de La perla con alumnos de cuarto de ESO pero fue una decepción. No les gustó nada. No entiendo por qué. De todas maneras ahora es prácticamente imposible seleccionar un libro de lectura porque no se lo compra ni un 25 por ciento, dada la situación. Ello no impide que quien no lo compre tenga una blackberry o le veas luciendo palmito con ropa nueva constantemente. Hace tiempo que no sé qué libros recomendar a mis alumnos.

    Eso sí, Steinbeck es un coloso. He leído Las uvas de la ira que es una de las mejores novelas que he leído en mi vida. De ratones y hombres la he visto en el cine en la versión de Jonh Malkovich, y tengo ganas de leerla. El planteamiento es extraordinariamente inteligente. Era un excelente narrador.

    Ya me gustaría que lo leyeran mis alumnos.

    Un cordial saludo.

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  2. Yo la leí por primera vez hace muchos cursos, un año en que me tocó dar clase de Lengua en FP. Fue un alumno quien me hizo la sugerencia -eran casi de mi edad- yo no la había leído aún. Me gustó y la propuse algún curso más, pero de eso hace algún tiempo. Eran alumnos de cierta edad (en 5º de FP tenían como poco 19 años) a los que sí les gustó. Ahora hay unas ediciones muy vistosas y baratas para el público juvenil, así que quizá la recupere. "De ratones y hombres" la leí el año pasado y aún no la he propuesto; me la recomendó una amiga que sí la había leído, al parecer con bastante éxito, en algún curso de la ESO, pero eso depende tanto del grupo... El problema de no comprar los libros también lo tengo yo entre cierto alumnado. La única forma de asegurar lecturas de cierta calidad es que el centro las compre, al menos que haya un ejemplar para cada dos, si se van a leer en clase. Las bibliotecas escolares deberían mimarse muchísimo más. En cuanto a Steinbeck, totalmente de acuerdo contigo: también tengo "Las uvas de la ira" entre mis favoritas. Un abrazo, Joselu.

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  3. Me alegran vuestras recomendaciones porque no se me había ocurrido plantear a Steinberg como lectura en mi lit. Universal, pero este principio de curso lo dudé y desistí.
    Independientemente de los problemas de los que hablais ( que me suenan pero mucho) yo planteo uno más: si al año que viene en mi centro no quitan uno de los dos bachilleratos ( que no creo que la desfachatez llegue hasta ahí) dudo mucho que se mantengan optativas como la literatura universal de 2º de bachilletrato ( también es de modalidad) pero que yo la estoy impartiendo con sólo 7 alumnos. Por lo tanto pondré un R.I.P. en mi blog http://clasesmarian.blogspot.com en breve.
    En fin, si por alguna razón consigo darla en años venideros recordaré vuestras recomendaciones: son de gran ayuda.

    Un saludo a todos

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  4. Pues espero que no, aunque yo la di un año en 2º y nunca más: al parecer no se llegaba a un mínimo de alumnos, o ya estaban asignadas todas las horas del departamento...Con la no obligatoriedad de ofrecer dos bachilleratos, es muy probable que la oferta de asignaturas optativas y de modalidad se resienta muchísimo. Pero eso tampoco debe ser entendido como una pérdida de calidad, ¿no? De momento, me consuelo con la de 4º, que parece resistir, aunque no sé qué será de ella con la reforma del Bachillerato. Un abrazo, Marian.

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  5. Con tanta peonza se me olvidó decirte que fui a verla, compañera. Ya me la habían recomendado y ya estaba yo al acecho de las entradas cuando nos llegó esta atinadísima (como siempre, nada nuevo bajo el sol) crónica tuya. Acabé emocionada. Y eso, para alguien que ya conoce el desenlace, no es tan fácil. Qué buen texto y, sobre todo, qué pedazo de actores.
    Gracias por la recomendación, muy apropiada para estos tiempos de penuria.
    Besos.

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  6. Ya lo creo, no se me va a olvidar en mucho tiempo el excelente montaje de Miguel del Arco. Yo también salí K.O. Estoy deseando ver "El inpector", que, aunque en otra línea, al parecer es un montaje estupendo. Un beso y hasta pronto.

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